Como buen Aligator de Florida, Juancho mantiene esta apariencia.
Está
completamente adaptado a su residencia, un jardín zoológico
en Florida, y al entorno humano. Sus únicas
ansias de escape se deben a su curiosidad por investigar la ciudad, lo cual lo
mete en innumerables problemas con el señor Horacio, su cuidador.
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